La comunidad
budista de Panillo, ubicada en
el corazón del Pirineo aragonés,
ha celebrado el Año Nuevo Tibetano con sus tradicionales y coloridos ritos y ofrendas dirigidas a pedir que reine la paz y terminen
las guerras y la enfermedad durante el nuevo periodo que se abre. La
comunidad, bautizada con el nombre Dag Shang Kagyu, fue fundada en 1984 por el lama Kyabje Kalu Rinpoche en una pequeña
parcela adquirida junto al núcleo
pirenaico de Panillo, cerca de Graus. Parece que el Tibet se ha
trasladado al Pirineo Oscense.
Hoy podemos decir que es el
centro espiritual del Budismo Vajrayana en Europa. Los lamas han conseguido una
completa integración con los vecinos de la zona. En varias ocasiones he
visitado el lugar, también con alumnos de Religión del Instituto y sorprende encontrar un multicolor refugio espiritual que
se parece al Tíbet con sus estupas y sus banderas de oración. La celebración
del Año Nuevo Tibetano es uno de los acontecimientos más relevantes de la
comunidad y se prolonga entre los primeros días de la luna creciente del mes de
febrero y la luna nueva siguiente.
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