miércoles, 6 de agosto de 2014

La Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor.

Transfiguración: vivir ante el misterio
El 6 de agosto se celebra la fiesta de la Transfiguración del Señor. La Transfiguración: es una experiencia clave en la vida de Jesús puesta en el camino a Jerusalén, camino de la Cruz. Se trata de un pasaje evangélico relatado con imágenes y recursos literarios propios de una "teofanía" o manifestación de Dios. Santo Tomás de Aquino dice que en la Transfiguración «apareció toda la Trinidad: el Padre en la voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu en la nube luminosa». Y una plegaria de la liturgia bizantina dice al Señor Jesús: «Tú te transfiguraste en la montaña, y tus discípulos, en la medida en que eran capaces, contemplaron tu Gloria, oh Cristo Dios, a fin de que, cuando te vieran crucificado, comprendieran que tu Pasión era voluntaria, y anunciaran al mundo que Tú eres verdaderamente la irradiación del Padre»


El monte Tabor está a 588 metros de altura, en la baja Galilea. Allí tuvo lugar la transfiguración del Señor delante de los tres apóstoles, y con la aparición de Elías y Moises. El Video de los Franciscanos que tienen la Custodia de Tierra Santa, nos acerca a este lugar de Tierra Santa y su significado en el Evangelio
Jesús sube a la montaña para encontrarse con su Padre: Jesús no ora para cambiar su camino, sino para ir hasta el fin. 
La Transfiguración. Retablo Mayor de la Seo de Zaragoza
Elías y Moisés: con su presencia dan luz a la misión de Jesús "según las Escrituras".Elías es uno profeta no escritor del Antiguo Testamento, uno de los líderes religiosos más importantes de Israel que vivió 900 años antes de Cristo. . Revivió las experiencias de Moisés en el Monte Horeb y se cree que fue llevado al cielo en un carro de fuego. Los judíos creían que el profeta Elías vendría para preceder y anunciar cuando llegase el Mesías
La Transfiguracion por Kiko Argüello (Catedral de la Almudena, Madrid)


La Transfiguración (Dibujo de Fano)
Dibujo de Fano para colorear



Vivir ante el Misterio: el hombre actual ha absolutizado el poder de la razón. Hemos terminado por creer que la razón nos llevará a la liberación total. El hombre puede conocer y dominar todo. Pero no puede conocer y dominar ni su origen ni su destino último. El hombre actual no acepta el misterio. Y, sin embargo, el misterio está presente en lo más profundo de nuetra existencia. Lo más racional sería reconocer que estamos envueltos en algo que nos trasciende. Hay que aprender a vivir ante el misterio. Y el misterio tiene un nombre. Dios, nuestro Padre, que nos acoge y acepta radicalmente y nos llama vivir como hermanos. También hoy, en medio de nubes y oscuridad, se puede oir una voz: "Este es mi Hijo--Escuchadle".

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