domingo, 29 de marzo de 2015

Sevilla: "Pasión". La Semana Santa Sevillana en time-lapse y en miniatura.



'Pasión' es la tercera parte del proyecto Sevilla Liliput. Video dedicado en su totalidad a la Semana Santa sevillana que muestra esa particular visión de la misma mediante la técnica del time-lapse combinada con el tilt-Shift que, mediante la edición digital, modifica una escena de tamaño natural para que parezca una miniatura o maqueta. Sencillamente, un trabajo excelente realizado por Nimbovisión Producciones.

viernes, 27 de marzo de 2015

El Papa invita a 150 "sin techo" a visitar la Capilla Sixtina

El papa Francisco invitó  a 150 indigentes y "sin techo" a visitar los museos del Vaticano y la Capilla Sixtina, una iniciativa inédita del pontífice para mostrar con gestos su deseo de abrir la Iglesia a los pobres. La visita, que incluye también un recorrido por los jardines, fue organizada por el limosnero del Vaticano, el polaco Konrad Krajewski.

 
 
Los indigentes han podido admirar las célebres obras de arte que conserva el Vaticano gracias a una guía especializada. Ante los célebres frescos de Miguel Angel en la Capilla Sixtina y sede del cónclave, los indigentes han realizado una breve oración. Al término de la visita cenarán en la cafetería del museo. Se trata de un nuevo gesto del papa argentino que con ocasión de su primer cumpleaños como pontífice en diciembre del 2013 invitó a tres vagabundos a desayunar con él en la residencia Santa Marta, donde se aloja dentro del Vaticano. Francisco, que desea dar dignidad a los indigentes que muchos desprecian, pidió que se instalaran duchas gratuitas para ellos cerca de las columnas de Bernini. Igualmente ordenó que se distribuyan mantas y sombrillas para los cientos de personas sin domicilio fijo y que viven en la calle por los alrededores del Vaticano. La semana pasada Francisco pidió a un grupo de 400 vagabundos la distribución de los Evangelios que regaló a los miles de fieles que asistían al ángelus dominical.

sábado, 21 de marzo de 2015

La hora crucial:«Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto»


¡Sorpréndete! - 5 Cuar B

1. Hay momentos cruciales en la vida relacionados con acontecimientos vitales personales o sociales. En la Biblia se denominan, en singular, como la «hora», que no se refiere tanto al instante de la muerte cuanto al del nacimiento. En todo caso, la «hora» es momento de entrega final al servicio de la resurrección del reino. Hay tres «horas» bíblicas decisivas: la mesiánica (aparición del Salvador en la carne), la escatológica (definitivo regreso de Jesús en plenitud) y la caritativa (visitas de Dios cuando actuamos con amor). La «hora» está siempre en relación con la manifestación salvadora de Dios.
2. Para los evangelios, la «hora» de Jesús es el momento de su pasión y glorificación, cuando muere el grano para dar fruto, que es manifestación de amor, nacimiento del hombre nuevo y don del Espíritu. La «hora» señalada en Caná se realiza en la Cruz, con la nueva multiplicación de la sangre redentora del Cordero.
3. Los discípulos no entienden del todo la «hora» como tampoco la entendemos nosotros. Pretendemos «ver a Jesús» sin seguirle hasta el final. Por amarnos egoístamente, nos perdemos; y por no servir a los hermanos, no llegamos al Padre.
   CASIANO FLORISTAN

sábado, 14 de marzo de 2015

EL FARISEO Y EL PUBLICANO. PARÁBOLA


Fue una de las parábolas más desconcertantes de Jesús. Un piadoso fariseo y un recaudador de impuestos deshonesto suben al templo a orar. ¿Cómo reaccionara Dios ante dos personas de vida moral y religiosa tan diferente y opuesta?. El fariseo ora de pie seguro y sin temor alguno. Su conciencia no le acusa de nada. No es hipócrita. Cumple fielmente la ley incluso la sobrepasa. No se atribuye a sí merito alguno, sino que todo lo agradece a Dios."Oh Dios, te doy gracias". Si este hombre no es santo ¿Quién puede serlo?.
El recaudador se retira a un rincón. No se siente cómodo en aquel lugar santo. No es su sitio. Ni siquiera se atreve a levantar los ojos del suelo. Se golpea el pecho y reconoce su pecado. No promete nada. Solo le queda abandonarse a la misericordia de Dios. "Oh Dios, ten compasión de mí que soy un pecador. Nadie querría estar en su lugar. Dios no puede aprobar su conducta.


De pronto, Jesús concluye con una afirmación desconcertante: "Yo os digo que este recaudador bajo a su casa justificado, y aquel fariseo no". A los oyentes se les rompen todos sus esquemas. ¿Será que al final lo decisivo no es la vida religiosa de uno sino la misericordia insondable de Dios?
Dice el Papa Francisco que "el mensaje más fuerte de Jesús es la misericordia". Y añade el Papa:
Y el mensaje de Jesús es éste: la misericordia. Para mí, lo digo humildemente, es el mensaje más fuerte del señor: la misericordia. Él mismo lo ha dicho: "No he venido por los justos: los justos se justifican solos. Bendito el Señor: si tú puedes hacerlo, yo no puedo hacerlo. Pero ellos creen que lo pueden hacer. Yo he venido por los pecadores".
Piensen en ese comentario después de la vocación de Mateo: "¡Pero este va con los pecadores!". Y Él ha venido por nosotros. Cuando nosotros reconocemos que somos pecadores. Pero si somos como aquel fariseo, ante el altar: "Te doy gracias Señor, porque no soy como los otros hombres, y menos como el que está en la puerta, como aquel publicano...", no conocemos el corazón del Señor, ¡y no tendremos jamás la alegría de sentir esta misericordia!

viernes, 6 de marzo de 2015

JESÚS Y LOS MERCADERES DEL TEMPLO (ESCENA)


«No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre»
1. Desde que los hombres construyeron sus viviendas, en todas las religiones se reserva un edificio, llamado «santuario» o «templo», para que sea la «casa de Dios»; un lugar considerado «sagrado» -donde se hace presente Dios-, a diferencia del mundo «profano», que se subestima como lugar pecaminoso. El templo es, pues, lugar reservado a la presencia de la divinidad, pero también espacio de reunión de la comunidad de los fieles.
Los israelitas, después de una época de preparación, en la que el templo era la «tienda del testimonio», construyeron el primer templo, proyectado por David y realizado por Salomón, destruido por dos veces, y otras tantas reconstruido. Pero lo que Dios quiere no es un templo de piedras muertas, sino de piedras vivas, de creyentes.
2. En tiempos de Jesús se pretendía imponer la creencia de que el templo era el lugar único de la presencia de Dios en medio del pueblo. Sin embargo, el templo era entonces sede del poder económico (en él se comerciaba), político (se reunía el sanedrín) y religioso (se inmolaban animales). Con los abusos, se había transformado, de «casa de Dios» para la oración, en «mercado» para los negocios. Los profetas siempre atacaron la idolatría del templo y defendieron la justicia para con los humildes, ya que para ellos el binomio bíblico no es sagrado/profano, sino justo/injusto. Un templo sin justicia no es cristiano; debe ser abolido.
3. Jesús, situado en la mejor tradición profética, recordará que Dios se hace presente de dos maneras privilegiadas: en el amor entrañable al hermano desvalido y en la reunión de la comunidad convocada en su nombre. Jesús es el nuevo santuario de carne, el nuevo templo. Su muerte equivale al mayor de los servicios, y su resurrección es la suma manifestación de la gloria de Dios.
4. Según la primera tradición bíblica, el hombre y la mujer son imágenes de Dios. De acuerdo con la interpretación paulina, cada cristiano es piedra viva del nuevo santuario, y la comunidad nueva es el templo de Dios. De ahí que el cristianismo primitivo diese realce a la comunidad de base, más que al edificio denominado «templo». El Apocalipsis identifica el santuario celestial con Dios mismo.
EL SIGNO DEL TEMPLO (Casiano Floristán)