domingo, 29 de julio de 2018

LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES



El hambre de los pobres – Casiano Floristan
Frase evangélica: «Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió»
1. La multiplicación de los panes, mencionada seis veces por los cuatro evangelios (caso único), constituye un signo que se debe interpretar en clave social y eucarística. En primer lugar, Jesús alimenta a una muchedumbre hambrienta. Tan necesario como alimentarse es dar de comer a los demás, sobre todo a los pobres; es un imperativo evangélico. 1) Sin reparto de comida y bebida (signos naturales del trabajo creador del hombre) no hay eucaristía. 2) La eucaristía es ágape fraterno que presencializa la caridad de Cristo, totalmente entregado en persona. Antes de multiplicar el pan, Jesús hace cinco gestos de tradición eucarística, narrados por los sinópticos: toma los panes, alza la mirada al cielo, los bendice, los parte y los reparte.
2. El diálogo del episodio evangélico, precedido de un malentendido, es semejante a los que tuvo Jesús con Nicodemo (nuevo nacimiento), con la samaritana (agua que da vida) y con las hermanas de Lázaro (resurrección de la carne). En este evangelio se observan dos afirmaciones fundamentales: 1) petición de pan por parte del pueblo (los pobres quieren saciarse, y tienen derecho a ello); 2) identificación del pan con la persona de Cristo, en perspectiva sacramental (la eucaristía exige el reparto del pan, porque es comunión -en comunidad- del cuerpo de Cristo).
 3. El gesto cristiano por antonomasia es un banquete compartido; lo peculiar de los creyentes no es, pues, el ayuno, sino la comida con los pobres. Jesús comparó el reino de los cielos a un banquete de bodas en el que la comida es abundante, exquisita y gratis. En la Iglesia primitiva, los cristianos celebraban la eucaristía precedida de una comida. Al desaparecer el ágape natural -en el fondo, porque comprometía demasiado-, se ritualizó la eucaristía. Hay que volver a la doble y única mesa: la del pobre y la del Señor, que son una plasmación del mandamiento de la caridad.

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