En el relato de los discípulos de Emaús, Jesús no es visible, pero sí está vivo; es el ausente que se hace presente en sus signos: lectura de la palabra, cena fraternal, fracción del pan. Dicho de otro modo, cada vez que la comunidad cristiana anuncia la muerte y resurrección de Jesús «según las Escrituras», se convierte en signo sacramental de Cristo y mediación del tránsito de la no-fe a la fe, es decir, del desconocimiento al reconocimiento, de los ojos cerrados a una visión de fe, del desconcierto a la misión, del grupo de amigos a la comunidad de hermanos creyentes. El momento de la cena está en relación con el episodio de los panes. (Casiano Floristán)
domingo, 26 de abril de 2020
Camino de Emaús
En el relato de los discípulos de Emaús, Jesús no es visible, pero sí está vivo; es el ausente que se hace presente en sus signos: lectura de la palabra, cena fraternal, fracción del pan. Dicho de otro modo, cada vez que la comunidad cristiana anuncia la muerte y resurrección de Jesús «según las Escrituras», se convierte en signo sacramental de Cristo y mediación del tránsito de la no-fe a la fe, es decir, del desconocimiento al reconocimiento, de los ojos cerrados a una visión de fe, del desconcierto a la misión, del grupo de amigos a la comunidad de hermanos creyentes. El momento de la cena está en relación con el episodio de los panes. (Casiano Floristán)
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