domingo, 26 de abril de 2020

Camino de Emaús



En el relato de los discípulos de Emaús, Jesús no es visible, pero sí está vivo; es el ausente que se hace presente en sus signos: lectura de la palabra, cena fraternal, fracción del pan. Dicho de otro modo, cada vez que la comunidad cristiana anuncia la muerte y resurrección de Jesús «según las Escrituras», se convierte en signo sacramental de Cristo y mediación del tránsito de la no-fe a la fe, es decir, del desconocimiento al reconocimiento, de los ojos cerrados a una visión de fe, del desconcierto a la misión, del grupo de amigos a la comunidad de hermanos creyentes. El momento de la cena está en relación con el episodio de los panes. (Casiano Floristán)


No hay comentarios:

Publicar un comentario