La palabra
iconoclastia nació en el imperio bizantino, donde la prohibición de cualquier
imagen (icono) de Jesús, la Virgen María y los santos fue doctrina oficial en
los siglos VIII y IX.
Hace
unos días un reportaje de Javier Valenzuela en el Pais.com titulado “Furia
iconoclasta salafista en Tombuctú”, relataba como los extremistas islámicos
habían destruido “por orden de Dios” monumentos en la legendaria ciudad del
desierto. En nombre de una interpretación rigorista y puritana del Corán han
llevado a cabo la destrucción a martillazos y hachazos de monumentos del
misticismo sufí de Tombuctú (Mali) considerados heréticos por los salafistas y
patrimonio de la humanidad de la Unesco. Para saber más sobre el tesoro de Tombuctú puedes ir a la página web http://www.tombouctoumanuscripts.org
La iconoclastia de los salafistas ha recordado las acciones de los talibanes afganos contra las dos estatuas de Buda, en Bamiyan.
La iconoclastia de los salafistas ha recordado las acciones de los talibanes afganos contra las dos estatuas de Buda, en Bamiyan.
La película “Buda explotó por vergüenza" comienza con las imágenes retrospectivas de la voladura en 2001, de dos estatuas gigantescas de Buda talladas en roca. En este
escenario de barbarie talibán se nos relata la historia de Bakhtay, una niña
afgana de seis años que, siendo mujer, comete el “delito” de querer aprender a
leer y escribir. El film es todo una alegato contra la violencia y la
discriminación en cualquiera de sus formas.
Fuentes:
Ficha de la película |
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