Las tentaciones de Jesús en un fragmento de la serie para televisión "Hijo de Dios"
La tentación no es mala en sí, pues viene a ser un reto lanzado a la persona a fin de que ésta se afinance más en su compromiso. La tentación se fragua en nuestro interior, donde la presencia del "demonio" (personificación del mal), pugna por erradicar la presencia de Dios (el bien).
Jesús no huye de la tentación, sino que lucha y vence y nos enseñan como tenemos que optar por el proyecto de Dios. La tentación queda así convertida en "estímulo realizante" de vivir el Reino de Dios entre nosotros: Todos hermanos y Dios padre de todos.
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