jueves, 19 de marzo de 2020

La Samaritana del pozo de Sicar


En el encuentro de Jesús con la Samaritana se demuestra la humanidad de Jesús. Ese encuentro fue anunciado por los profetas y desde el día de la encarnación se hizo presente en la humanidad. En el capítulo 4 de Juan, vemos cómo Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un sitio especial: el pozo de Jacob. Ese encuentro le permitirá a Jesús iniciar un diálogo que va a producir unos efectos muy positivos en la mujer. Jesús inicia el diálogo prescindiendo de su condición de samaritana. Como dice el mismo evangelista Juan, los samaritanos no se hablaban con los judíos. Jesús, judío, toma la iniciativa ante la mujer, una samaritana. El diálogo se inicia por una razón muy humana: Jesús le pide un poco de agua para beber, pues siente sed. La sed no tiene nacionalidades ni entiende de diferencias… Jesús se vale de esta situación natural para comenzar un diálogo.

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