jueves, 1 de enero de 2015

AÑO NUEVO: PAZ Y BIEN


En el primer día del año y a los ocho días del nacimiento de Jesucristo, la liturgia cristiana presenta la fiesta de Santa María, Madre de Dios, para seguir profundizando en el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Además, se celebra la Jornada Mundial de la PAZ: una paz que todos anhelamos y necesitamos. Paz en el mundo, paz en nuestras relaciones interpersonales y paz dentro de nosotros mismos.
 
Los sacerdotes de Israel, cuando comenzaba el nuevo año, bendecían al pueblo. Bendecir es «decir-bien» a una persona, a un objeto o a un lugar. Dios, al comienzo del nuevo año, “dice bien” a todos. La bendición divina es signo de su amor paternal. Nos concede su paz e ilumina su rostro sobre nosotros.Traemos la agenda del año aún no estrenada con todos nuestros deseos, e ilusiones; con nuestro compromiso de paz que es una responsabilidad común y una de las aspiraciones más hondas del ser humano.


La paz es “shalom”, armonía con Dios, con los hermanos y con la creación; es felicidad espiritual y material, consecuencia de la justicia, la libertad y el amor. Pero la paz es también una tarea de todos y de cada uno. Es consecuencia  del respeto de la dignidad personal; es cultura solidaria, bienes compartidos, sociedad justa... La paz no es algo hecho, sino un constante quehacer. ¡Que este año nos visite definitivamente la PAZ!

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